La mañana del pasado 19 de septiembre se vistió de colores y alegría gracias a una iniciativa que combinó educación y recreación. Todo dio inicio con una caminata de estudiantes y docentes de nuestra institución hacia una zona natural. El objetivo era sencillo pero enriquecedor: disfrutar de la naturaleza y elevar cometas, aprovechando los fuertes vientos característicos de los meses de agosto y septiembre.
Desde las primeras horas de la mañana, el sol iluminó el camino, invitando a los jóvenes a disfrutar de un entorno lleno de vida. El cielo, un lienzo azul intenso, se convirtió en el escenario perfecto para que las cometas de todos los colores y tamaños comenzaran a surcar los aires. El viento, ese aliado invisible, empujaba con fuerza las cometas, provocando gran alegría y emoción entre los estudiantes.
Esta actividad representó una oportunidad para que los jóvenes se conectaran con la naturaleza, apreciaran la belleza del entorno y comprendieran la importancia de cuidar nuestro planeta. Además, el trabajo en equipo y la colaboración fueron fundamentales para lograr de esta caminata mucho más que una simple salida al aire libre. Fue una experiencia enriquecedora que permitió a los estudiantes disfrutar de un día inolvidable, aprender sobre el medio ambiente y fortalecer los lazos de amistad.
Fotografías tomadas por el docente Diego Ruíz